viernes, 9 de noviembre de 2012

Lectura condicionada como elemento de marketing


¿Dónde radica el éxito de un best-seller? Si escogemos un ejemplo muy actual como ese “Cincuenta sombras…” seguro que pensaremos en que la promoción en los medios de comunicación y en las redes sociales ha tenido mucho que ver. Estoy de acuerdo.

Pero no me conformo con esa única herramienta. Ha habido promociones similares sin que se hayan obtenido esas cifras de venta y, sobre todo, de presencia positiva en los comentarios de las personas que han leído la trilogía. Es que es así, quien ha leído sólo el primer libro, sin ninguna intención de seguir, la mayoría de veces lo critica negativamente. Por el contrario, a quien le ha gustado el primero, se lee los tres. ¡Algo tiene que haber ahí!

La clave me la dio una amiga. A ella le había gustado la historia, se había leído los tres libros y estaba muy satisfecha. En la conversación apareció un concepto que me hizo pensar: sentía familiaridad con los personajes. Tuve una idea y le pregunté su opinión sobre las reiteraciones de frases y gestos que jalonan la historia. Le planteé las tres más significativas. Una le resultaba algo fuera de lugar. Pero las otras dos le parecían como naturales y apropiadas al personaje.

¡Vale! ¿Estaba ahí el detalle diferencial? ¿Es posible que esas repeticiones, tan criticadas por muchas personas, fuesen un factor fundamental en la atracción que produce ese título? Su  efecto adictivo sería similar al de algunas teleseries, que enganchan a los espectadores en la medida que las sienten cercanas y familiares.

Y ahora es también una herramienta editora para convertir un libro en el best-seller de la temporada.


Selin

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